Es un pico cónico, rematado por una especie de torre ancha cuya pared es cortada por varias canales que permiten el acceso fácil a la cima. Este cono se asienta sobre un zócalo que se eleva hasta los 1.800 metros, con laderas cubiertas de pinos rematadas en una banda rocosa.
El objetivo era hacer un gran desnivel para probar nuestro nivel de forma física, así que elegimos subir a la cumbre desde Canfranc, un total de 1836 metros de desnivel. También existen otras vías de acceso; desde Villanúa (pidiendo permisos al ayuntamiento) parte una ruta cuyo desnivel es de 1000 metros aproximadamente.
A las 6.45 a.m. empezamos a andar desde la misma plaza de Canfranc-pueblo (1050 metros)(GPS: N42 4256.4 W031 32.2). Tras salir de él un puente cruza el río y un cartel indicativo nos marca la dirección a seguir (Ibon de Ip). Seguiremos ascendiendo por una senda bien marcada con las señales típicas de un G.R., atravesando con pendientes prolongadas pero sostenidas un gran bosque; cuando la pendiente se empieza a templar llegamos a un refugio libre (1800 metros) (GPS : N42 4348.1 W029 14.1), allí ya podemos ver la Collarada en todo su esplendor.
Seguimos ascendiendo por una cómoda senda dejando en todo momento a la derecha las formaciones rocosas de este monte. Así llegamos a otro refugio situado en el alto, desde donde ya empezamos a intuir el embase de Ip. El itinerario es sumamente evidente.
Una vez en el IBON DE IP (2.115m)(GPS: N42 4318.3 W027 47.7), una paradita para ver este precioso circo es imprescidible, a pesar de las construcciones de una antigua mina que pone en evidencia lo que el hombre puede estropear. Este embalse y la central hidreléctrica de Ip se construyó en la década de los 60, coincidiendo con el evidente declive del comercio ferroviario (eje de la vida económica de Canfranc). Esta nueva obra devolvió la esperanza a la villa altoaragonesa, donde muchos dicen haber vivido "como en el oeste americano".
Seguimos ascendiendo por una cómoda senda dejando en todo momento a la derecha las formaciones rocosas de este monte. Así llegamos a otro refugio situado en el alto, desde donde ya empezamos a intuir el embase de Ip. El itinerario es sumamente evidente.
Una vez en el IBON DE IP (2.115m)(GPS: N42 4318.3 W027 47.7), una paradita para ver este precioso circo es imprescidible, a pesar de las construcciones de una antigua mina que pone en evidencia lo que el hombre puede estropear. Este embalse y la central hidreléctrica de Ip se construyó en la década de los 60, coincidiendo con el evidente declive del comercio ferroviario (eje de la vida económica de Canfranc). Esta nueva obra devolvió la esperanza a la villa altoaragonesa, donde muchos dicen haber vivido "como en el oeste americano".
Estamos a 2115 metros, en el mismísimo Ibón, y lo tendremos que bordear por la derecha siempre intentando no arrimarnos mucho a la orilla, no vaya a ser que se rompa la pala de nieve y nos peguemos un chapuzón en aguas congeladas...jeje!! el contraste entre la nieve y el agua es precioso, es una playa de nieve..
Una vez bordeado este ibon y a punto de iniciar lo más duro, echamos un vistazo al Oeste, vemos al fondo el puente del embalse...miramos hacía arriba...y lo que nos espera...una pared de nieve, allá vamos, clavando bien la puntera de las botas.
Vamos cogiendo altura por una pendiente de bastante inclinación, en dirección hacia el collado evidente que aparece en la foto...
Seguimos subiendo por la cara Oeste de Collarada , en busca del Collado de IP, el calor se agudiza (a pesar de ser pronto aún...menos mal que hemos madrugado). Las vistas son un placer, y a pesar del esfuerzo no puedes evitar el sentirte plena, el sentirte liberada...
Seguimos subiendo por la cara Oeste de Collarada , en busca del Collado de IP, el calor se agudiza (a pesar de ser pronto aún...menos mal que hemos madrugado). Las vistas son un placer, y a pesar del esfuerzo no puedes evitar el sentirte plena, el sentirte liberada...
Una vez en el collado de Ip echamos la vista atrás...menos mal que no nos hemos caído, la caída hubiera sido tremenda y el chapuzón no nos lo quitaba nadie. Desde allí la cumbre se veía tan cerca y el embalse tan pequeño...una gran verticalidad!!!
Seguimos andando sin parar porque hacía algo de viento, primero por una pala de nieve para luego atravesar un collar rocoso fácil (encontramos algo de hielo y nos pusimos los crampones por si acaso). En la siguiente foto se ve el cinturón y el collado de Ip.
Tras las piedras otra pala de nieve...ya palpando la cima...y por fin!!! tras 5h 15´ caminando!! la cumbre!! (GPS: N42 4251.1 W028 14.0) y un regalo para los ojos...
Inconfundible! vaya vistas!!! te perdías...pero hay que bajar, y para ello sacamos el piolet y hacia abajo!
Ficha técnica:
Inconfundible! vaya vistas!!! te perdías...pero hay que bajar, y para ello sacamos el piolet y hacia abajo!
Ficha técnica:
Desnivel acumulado : 1.840 metros de subida.
Duración : 5.15 hora apróx. en la ascensión y 3:30 en el descenso. Total 8:30 horas.
Altitud máxima alcanzada : 2.886 metros.
Altitud de salida : 1.046 metros
CURIOSIDADES: en el transcurso de este itinerario tuvimos la suerte de ver el efecto de la "Nieve Rosa" o "Nieve de sandia", poco conocido pero tremendamente peculiar.
El fenómeno fue descrito por Charles Fort tras estudiar nieve de color rosácea y con sabor a sandía, bastante frecuente en EEUU. Es especialmente comun en nevadas caídas tras días de intenso calor. La tonalidad rosada es causada por unas algas llamadas “Chlamydomonas nivalis”, que poseen un pigmento rojo brillante llamado carotenoide; en contra de la mayoría de las algas de aguas dulces, es criofílica (su habitat es frio) y prospera en agua congelada. Este alga protege la nieve contra la radiación ultravioleta intensa, así como del calor; durante los meses del invierno, cuando la nieve las cubre, las algas llegan a ser inactivas, pero...en primavera, los alimentos y los niveles crecientes de la luz estimulan la germinación.
Las primeras noticias de la "nieve de la sandía" están en las escritos de Aristoteles. Esta nieve rosada despertó la curiosidad de escaladores, exploradores y a naturalistas amantes de la montaña durante miles de años. La explicación más extendida que se daba era que estaba causada por los depósitos de mineral o los jugos lixiviados provenientes de la oxidación de las rocas. Hasta que en 1818 se descubrió la verdadera razón.
Hay realmente más de 350 clases de algas que sobreviven en temperaturas muy frías. Estas algas pueden hacer que la nieve se haga negra, marrón o amarilla. Chlamydomonas nivalis tiende a prosperar cuando el tiempo calienta poco después de la parte más oscura y más fría del invierno. Comienza con un color verde, después se hace rosa o rojiza mientras aclara el tiempo. Las células tienen una envoltura gelatinosa que las protegen contra la radiación ultravioleta fuerte que incide sobre las montañas, y esta envoltura es la qué produce el color rosado.