En el agua navego por mis emociones más profundas...atravieso mis esperanzas y mis desilusiones...el agua y su poder purificador, agua sanadora...hacía tiempo que no me encontraba tan cómoda en un sitio.
La idea era remar un poco en el embalse de "El grado", tranquilamente, disfrutando...y decidimos empezar en Ligüerre de Cinca, casualidades de la vida justo donde empieza un desfiladero precioso (rio arriba, en contra corriente)...la curiosidad y su belleza fueron motivos mas que suficientes para decidir atravesarlo, cuevas, paredes enormes, agua turquesa...naturaleza salvaje y el privilegio de la soledad. Remamos hasta que la corriente era demasiado fuerte, suficiente para quedar encantados...
Cuando acabamos decidimos hacer el camino que va por la paredes del desfiladero, y ver por dónde habíamos pasado...
Para cansarnos mas seguimos remando por el embalse de El Grado, con preciosos rincones también...un buen sitio para remar y disfrutar.