Estas son entonces mis pequeñas islas, aqui ya no tengo que disimular bajo las ropas mis manos que son alas...pájaros en un nido cambiado, que al final vuelan dejando atrás lo conocido...pero siempre encadenados por las raíces del árbol.
Aqui estoy...huyendo del gris que mata (como bien dice Francis)...obligaciones, preocupaciones,cambios...todo se ha quedado a 500 kilómetros, bien lejos, para que no puedan extender sus raíces y atraparnos de nuevo.
ITINERARIO
Salimos desde el final de la pista de "El Rigüelo" y continuamos la pista hasta llegar a los "llanos de Napazal". Nada más vadear el torrente del río Igüer comenzamos a subir por una pequeña, pero amplia loma, esa misma senda bastante marcada nos conduce hasta una bifurcación en la que cogeremos la de la derecha, de frente hacia una gran muralla rocosa buscando un “tajo” en la roca que forma un marcado embudo.
Seguimos sin problemas la enorme cantidad de hitos que hay hacia la brecha de Aspe, en el collado que separa el Pico de la Llena de la Garganta y el Pico del Aspe.
Subimos el primer resalte y nos encontramos con una pequeña brecha a la que accedemos tras un paso donde hay que utilizar las cuatro extremidades, muy fácil. Seguimos por el cordal y llegamos a la cumbre del Aspe (2.643 m).
Si el tiempo nos acompaña, las vistas son inmensas e impresionantes hacia cualquiera de los lados, cualquiera de los picos que se nos ocurran lo tenemos a nuestro alcance.
