lunes, 4 de junio de 2007

RAFTING EN EL RÍO GÁLLEGO

Al grito de "adelante" la balsa inicia su viaje...


Todo comenzó en Murillo de Gállego, allí un "hippybus" (creo que lo recordaremos todos) nos cogió y nos llevó a donde nos esperaban las balsas, tras unas breves instrucciones de seguridad nos metimos de lleno en las aguas bravas del río Gállego. Este río mezcla la naturaleza y la aventura para conquistar, desde una panorámica diferente, la majestuosidad del Reino de los Mallos. Un paisaje que se antoja diferente al contemplarlo desde dentro del río, las montañas son más altas, las curvas más cerradas y las rocas más grandes.

El río Gállego ha creado su propio estilo de vida ya que el rafting se ha impuesto como la principal fuente de vida de una zona donde naturaleza y cultura se alían para dar al turista el placer de vivir una aventura mínimamente arriesgada.










Al grito de "adelante" el silencioso murmullo del agua se rompe por el seco golpe del remo entrando en el río. La corriente es cada vez más rápida, el motor son los remos, hay que remar con más velocidad que el agua, si se va más lento nos convertimos en un peso muerto que el río arrastra como un tronco, llevándolo de un lado a otro, sin ningún control.

Arriba, al pie de la carretera, el sonido del agua al chocar contra la tierra, las piedras y las ramas apenas se percibe. En la balsa, el poderío del del agua casi ahoga los pensamientos de cada uno.

Tuvimos suerte con los guías que además de evitar riesgos nos hicieron el paseo muy agradable. Algunos y algunas se cayeron al agua, otros volcamos la balsa...a posta! por confiar en el monitor que nos gastó una broma...en resúmen muy buena experiencia!!!
CURIOSIDADES
El rafting se inició en los Estados Unidos, Pero en nuestro país, como casi todos los deportes de aventura, fue introducido por los franceses. Desde hace veinte años se practica en el río Noguera(en el Pirineo Catalán), y hace poco más de una década que se descubrió el paraíso del Gállego. Pero todo este esperanzador futuro se ve amenazado, el proyecto de construcción del pantano de Biscarrués tendrá graves afecciones para esta zona y también para el ráfting, al afectar directamente al cauce del río. En el Noguera tienen que soltar agua cada dos horas, porque no hay suficiente.